Mi vida es un sucedáneo.
Lo genuino es la canción
que vaga por los aires del encanto,
por las calles del mundo perdido,
por la casa y por el patio
de los juegos de la infancia;
la que aviva la magia sublime del amor
y el placer inconmensurable
de los besos que aún no llegaron a ser,
pero viven,
laten y palpitan en el joven corazón
al que pretende engañar el espejo.