LLEVADOS POR LOS VIENTOS
Llevan los vientos fragancias de flores.
Muestran los astros sus vivos fulgores.
El canto de la vida es mi virtud,
Y ha de continuar en la otra orilla;
En un mundo real en el que brilla
El fuego de la eterna juventud.
Sujetos a la magia del destino
Nos queda por andar mucho camino:
Llevados por los vientos, sobre el mar,
Y por los altos montes del futuro,
Nos hemos de besar, a buen seguro,
Con sed de revivir y de gozar.
¿HABRÁ UN DULCE NAVEGAR?
Hay una luz que no muere,
que rasga cualquier olvido:
aquella que el alma hiere
evocando lo vivido.
Galopando mis anhelos
a lomos de irrealidad
van vislumbrando los cielos
de su única verdad.
Los instantes resucitan
de tan profundo legado,
y este sueño que palpita
aunque haya naufragado.
Y TODO VUELVE A EMPEZAR
Y todo vuelve a empezar
en esta tarde de enero,
pues procuro lo que quiero
sobre las olas de mar.
Hay un gorrión que salta
buscando migas de pan,
cual yo busco con afán
aquello que más me falta:
el ser ingrávido y puro
que otrora moraba en mí,
que fatalmente perdí
e inútilmente procuro,
pues radica mi verdad
en fragancias de otro mundo,
en el resplandor profundo
de una luz de irrealidad.
Mi constancia es esperar
que la fuerza del destino
me lleve al viejo camino
y todo vuelva a empezar.
