¿HABRÁ UN DULCE NAVEGAR?
Hay una luz que no muere,
que rasga cualquier olvido:
aquella que el alma hiere
evocando lo vivido.
Galopando mis anhelos
a lomos de irrealidad
van vislumbrando los cielos
de su única verdad.
Los instantes resucitan
de tan profundo legado,
y este sueño que palpita
aunque haya naufragado.
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